Con el brote de cólera de 1885 Barcelona comprendió que la gestión del agua era imprescindible para la salud pública, ya que la causa de la epidemia fue la falta de gestión de las aguas residuales. Aigües de Barcelona vio lo crítico de la situación y estableció mecanismos de control para evitar la contaminación de las fuentes del abastecimiento a partir del agua de Dosrius y el Besòs. El reto de sanear el agua El tratamiento de las aguas residuales es clave para garantizar la salud y el bienestar de la ciudadanía y el medio ambiente. Un proceso largo y complejo, y que siempre ha contado con la implicación de Aigües de Barcelona ESTA ACCIÓN CORRESPONDE AL SIGUIENTE OBJETIVO DE DESARROLLO SOSTENIBLE Continuar leyendo